Durante la visita de un sacerdote del Vaticano y su colega a nuestro centro, los llevé a mostrarles la mezquita y al mismo tiempo discutíamos el concepto del monoteísmo, les decía que Dios el Todopoderoso es el Creador, según nuestra fé. Allah, el Único, que no viene a la tierra en ninguna forma animal o humana, que es muy misericordioso, que no tiene hijo ni compañero alguno, nos creó para tener misericordia de nosotros y envió un mensaje a través de muchos Profetas a todas las naciones. Envió este mensaje con los Profetas Abraham, Jacob, Moisés y Jesucristo entre otros. Jesucristo para nosotros es un mensajero humano que fue creado sin un padre, no fué engendrado, del mismo modo en el que el Profeta Adán, que fue creado sin un padre o una madre. Oramos a Dios, lo adoramos como lo hicieron el Profeta Jesús, María, la madre de Jesús y el ProfetaMuhammad, pero no rezamos a María, ni a Jesús ni a Muhammad. Rezamos como ellos.
Entonces, él me preguntó si no rezabamos a María. Por supuesto, no mencioné el cristianismo y no hablé sobre el cristianismo en absoluto, pero cuando mencioné que rezamos como María, no rezamos a María misma, sintió que él tenía que agregar algo aquí porque Ya está en su práctica. Entonces, dijo, quiero explicar algo, en el Catolisismo no rezamos a María, pero consideramos a María como intermediaria para lograr que nuestra súplica llegue al Creador. Como se sabe, en la mayoría de las familias, cuando los niños quieren algo de su padre, prefieren hablar con la madre primero. La madre, antes que nada, es muy misericordiosa, tiene un corazón muy suave y ama mucho a sus hijos. Entonces, ella puede escuchar sus pedidos y luego hablar con su padre. Por eso hablamos en primer lugar con María, para que nuestra súplica llegue al padre o al Creador. Entonces, le dije, sí, tienes razón, pero esto es en el caso de que los niños no conozcan la verdadera naturaleza de su padre. Ellos no saben si él es más misericordioso que su madres, y los ama más. Y tal vez él no demuestra este amor. Entonces, dijo: “No, no, no, no, déjenme explicarles más sobre este punto. María para nosotros es como una bandeja. Cuando sirves a tus invitados, pones el jugo o el agua en una bandeja para darle al visitante. Entonces, María es como una bandeja. Ponemos nuestra súplica en esta bandeja para servirla o para dársela al Creador. Nuestra súplica se coloca en la bandeja, que representa a María”. Le dije: “Bien, María oró directamente a Dios; ella no tuvo ningun intermediario para que su súplica llegara a su Creador. Ella oró directamente a él. Entonces, ¿quién era la bandeja de María?